“Llegas al trabajo, entras a la oficina y te percatas de que hay un olor repugnante justo a tu lado. No sabes qué hacer, tampoco quién es el responsable, pero lo único que quieres es huir de ahí o que desaparezca. Resulta que descubres que es un compañero de trabajo que en un descuido dejó su comida sin refrigerar lo que causó este desagradable episodio” ¿te ha pasado?
Aunque no lo creas este relato es más común de lo que imaginamos, en algunos casos
puede que no suceda nada, pero sí sucede con mucha frecuencia puede que comience a molestarnos y a generar un clima inestable en el trabajo.
Por esta razón, he decidido escribirles este articulo para explicarles el impacto de la
emoción de repulsión o asco en nuestro entorno laboral. Si bien desconocemos un poco lo importante que es esta emoción, la vemos y percibimos a diario en diferentes ámbitos incluyendo nuestro sitio de trabajo.
El asco, aunque tiene fama de ser una “emoción negativa” por la sensación desagradable que nos produce, tiene un impacto muy positivo para los seres humanos, nos previene de amenazas de entorno y en algunos casos nos ayuda a crecer, evolucionar y ser mejores personas.
Y ustedes se preguntarán ¿Cómo es que esta emoción puede afectarme en mi trabajo?
Sencillo, el asco no solo se refiere a la sensación de nauseas o vómitos ante algún
alimento, esta reacción es la más conocida por nosotros porque determina el lado
biológico y que experimentamos desde niños. Sin embargo, existe una arista de la
repulsión como emoción que se refiere a la moralidad, a las personas que pueden o no ser compatibles con nuestros ideales y manera de ver el mundo, del trato hacia los demás y de su comportamiento diario.
Entonces te pregunto ¿Has conocido en tu trabajo a alguien que te genere repulsión por
su forma de ser? De repente alguien muy prepotente o con actitudes incompatibles con
las tuyas. Lo mas seguro es que si, y allí es donde me interesa expresarte lo lejos que
puede llegar esta emoción.
Somos seres bio-psico-sociales y todo lo que se genere de una manera biológica tendrá un impacto en nuestros pensamientos que a su vez generará una reacción en nuestro
entorno. Si tenemos el caso de una jefatura que nos produzca repulsión o algún compañero de trabajo, esto va a impactar nuestro rendimiento laboral generando una
cuota de estrés mayor o una sensación de insatisfacción constante.
La buena noticia es que aprendiendo a regular nuestras emociones y sabiendo identificar el impacto de cada una de ellas en nosotros, podremos controlar y canalizar de una manera óptima estos estados emocionales, no para no sentir, eso es imposible, pero si para entender que nos pasa, por qué y negociar con nosotros mismos cuales son los pasos a seguir para sobrellevar la situación y no sea esta la que nos controle generando así un estado de indefensión y culpa asociada.
Si te interesa saber como poder lograr esto, te invito a inscribirte en el próximo evento de “Yo Controlo mis emociones”, donde trabajaremos la emoción de la repulsión. Puedes ingresar a mi pagina web para encontrar mas información detallada sobre los módulos de aprendizaje y que te llevaras de esta experiencia online que es para toda la vida.
Mi recomendación es: seamos empáticos con nuestras emociones, aprendamos de
nosotros mismos y generemos los seres humanos de calidad que queremos ser.
Ps Conchita Torres Sirit
@psiconchy
Comments